Capítulo 3. Parte II
Finalizada la pendencia nocturna, Don Quijote necesita el bálsamo de Fierabrás para curar sus feridas, y al llegar la mañana mantean a Sancho al no querer pagar en la venta. Caminan entre cuento y cuento y finalmente se topan con la sin par batalla del gran emperador Alifanfarón contra su gran enemigo, el rey de los garamantas, Pentapolín del Arremangado Brazo, cuyas tropas son ovejas y carneros.

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