Cuarta entrega correspondiente a los relatos que resultaron seleccionados en el certamen de este año.
El relato que hoy publicamos se titula Querido diario. Su autora es Alba Tamarit Martínez, alumna del IES antonio Gala.
4 DE OCTUBRE DE 2009
¡Hola, Diario! Por fin he decidido empezar a escribirte. Todas mis
amigas tienen uno, y
pensé que sería buena idea escribir sobre el día a día yo
también.
Según tengo entendido,primero tengo que presentarme. Aún no sé por
qué, pero no
importa. Mi nombre es Gabrielle, puede sonar a nombre de chico (y
estoy casi segura de
que lo es), pero soy una chica. Tengo años, pero soy de las más
altas de mi clase.
Podría decirse que mi pelo es negro, pero algún día me gustaría
pintármelo de azul. Mi
madre dice que me quedaría muy bien. Pero mi padre solo gruñó y se
escondió tras el
periódico cuando se lo comenté. Típico de él, no es muy hablador.
Con esto despido la primera hoja de muchas, adiós, mi querido amigo.
9 de Octubre de 2009
¿Qué hay, diario?, ahora que lo pienso debería ponerte un
nombre...ya lo decidiré
luego. Hoy quiero contarte algo que me preocupa. Mamá está muy
rara, ya casi nunca
sonríe, y menos cuando está papá cerca. No me alarmé demasiado,
hasta ayer por la
noche. Estaba a punto de empezar un nuevo libro cuando escuché
sollozos de la
habitación de al lado, la de mis padres.
Me levanté y me dirigí hacia allí. Cuando iba a abrir la puerta,
mi padre salió disparado,
mi madre estaba en la cama, sentada en el borde. Me acerqué a ella y
la rodeé con mis
brazos, pareció estremecerse cuando notó mi roce. ¿Acaso creía
que era otra persona,
Diario? Le pregunté que por qué lloraba. Ella me dijo que se había
chocado contra el
armario en la oscuridad, y que papá le había ayudado a levantarse.
Pero, ¿tan fuerte fue
el golpe que le sangraba el labio? Nos sé, amigo...
12 de Octubre de 2009
Aún no he pensado un nombre, lo siente, Diario. Pero he estado
ocupada con mamá.
Parece que se ha empeñado en pasar tiempo conmigo. Ayer fuimos a un
centro
comercial, lo pasamos muy bien. Pero al volver a casa, papá parecía
muy enfadado.
Decía que deberíamos haber dejado una nota, o algo por el estilo.
¿Era para tanto,
Diario? Mamá estaba muy asustada, cada vez que papá se acercaba a
ella más de lo
necesario, se encogía y miraba hacia otro lado.
19 de Octubre de 2009
Estoy muy preocupada, Diario. Se oyen gritos y llantos de la
habitación de mamá y
papá. Me dijeron que, cada vez que escuchara algo, no me moviera de
mi cuarto. Mamá,
cuando le pregunté, dice que son pequeñas discusiones entre los
dos, pequeñas disputas
sin importancia. Pero yo no lo veo así. Hoy, los gritos parecen
atravesar la pared. Estoy
escribiendo esto mientras lo oigo. ¡Un momento! Los llantos están
cesando, Diario.
Pero los golpes en la pared han comenzado. Papá grita, y mamá
parece chocar una vez, y
otra, y otra en la pared de la habitación. Tengo miedo, Diario. Papá
parece estar diciendo algo...no lo oigo bien...no vas a
irte...sí...Diario, ¿a dónde pretende irse
mamá?
- - -
Entonces, un golpe se escuchó más fuerte que los demás, y los
gritos y sollozos de
mamá se detuvieron. Papá también se calló. Un silencio reinaba en
la casa, solo se oía
mi respiración. Me levanté de la silla y cerré mi recién empezado
Diario. Dejé el lápiz
en la mesa y atravesé mi habitación. Pegué el oído a la puerta y
oí llorar a
alguien...parecía...papá...Mamá no decía nada, ¿por qué no
decía nada? Abrí
silenciosamente el cerrojo de la puerta y crucé el pasillo, guiada
por el llanto. Pegué
nuevamente el oído a la puerta y solo se escuchaba aquel sollozo.
¿Dónde estaba mamá?
Entonces, papá habló por fin... “Solo quería que te
callaras...No podías irte...No
podías dejarme solo...” Abrí la puerta y lo vi. Mi padre estaba
arrodillado al lado de
algo que estaba tendido en el suelo. Un chaco de una sustancia rojiza
rodeaba ese algo.
El cuerpo de mamá estaba tirado en el suelo, con sangre alrededor de
la cabeza,
totalmente inerte. Papá había conseguido que se callara para
siempre.
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